Nuestros proyectos
Espacios de duelo
¿Qué son los espacios de duelo?
Con este proyecto queremos que los ayuntamientos doten al cementerio municipal con un espacio de duelo dedicado a pérdidas gestacionales, perinatales y neonatales.
La visibilización empieza por reconocer la existencia de estos bebés y el dolor de sus madres, padres, hermanos y familiares.
¿Por qué es importante tener un espacio de duelo en la comunidad en las muertes gestacionales y neonatales?
Un duelo es un proceso íntimo y al mismo tiempo social. Para transitarlo adecuadamente es necesario tener reconocimiento social y validación emocional de los sentimientos que surgen. Para que pueda llegar este reconocimiento y este acompañamiento emocional, hace falta que nuestra sociedad ofrezca espacios dignos para elaborar este duelo.
En España nos encontramos que desde el 2011 se pueden inscribir en el registro civil los recién nacidos si nacen vivos y, por otro lado, si nacen muertos a partir de los 6 meses de gestación o los 500 gramos de peso se pueden inscribir en un documento que tiene el nombre de «legajo de abortos». La familia siente que su bebé no es reconocido como persona, porque la inscripción se hace de la siguiente manera: feto hembra/macho de “nombre de la madre”, de este modo el nombre del padre/pareja no figura en ningún lugar y los apellidos tampoco, no reconociendo a este bebé como parte de un núcleo familiar.
El hecho de sentir que el bebé no es reconocido por la sociedad, hace que el duelo gestacional todavía sea un duelo muy desautorizado y silenciado a diferencia del resto de muertes de seres queridos, además la mayoría a veces no hay recuerdos físicos y el entorno o incluso los mismos padres no lo han conocido físicamente una vez nacido, de este modo las muertes perinatales son siempre pérdidas traumáticas por definición. Esto implica mayor riesgo de duelo complicado y de afectaciones en la salud mental de las madres (y familias).
Para poder dejar atrás la parte dolorosa y poderla transformar en crecimiento post-traumático y amor, hay que facilitar el buen desarrollo del duelo y por este motivo es tan importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Cómo se notifica la noticia de la muerte o enfermedad grave del bebé.
- Qué y cómo se explica.
- Qué se lo trato que se ofrece a los padres (importando la empatía).
- Si se respetan los tiempos para que la familia asuma la noticia.
- Si se implica a la familia en el proceso de la pérdida y por tanto en la despedida del bebé (en este aspecto es muy importante poder contar con un espacio en el cementerio o el municipio donde se pueda hacer el ritual que la familia considere oportuno).
De este modo encontramos que la pareja vivirá las siguientes fases en su duelo:
- Evitación. Momento en el cual no se puede aceptar esta pérdida. El «no puede ser».
- Confrontación. La persona ya se puede enfrentar con la muerte y reacciona emocionalmente a esta experiencia.
- Asimilación/adaptación/reajuste. La persona ya puede incorporar la pérdida en su vida y es capaz de volver a implicarse emocionalmente con su propia vida.
Además si la pérdida se produce por una interrupción del embarazo por cuestiones médicas de la madre o del bebé, que se puede dar en gestaciones muy avanzadas, hay emociones que pueden ser mucho más intensas que en otras pérdidas, como la culpa y el tabú de cómo sucedió, incluso con remordimientos y con mucha soledad en muchas ocasiones, aunque nos encontremos con una gestación muy deseada y dónde hay mucho amor hacia este bebé.
Así pues, las familias que viven una pérdida gestacional o neonatal necesitan:
- Tener espacios simbólicos donde recordar a este bebé.
- Que se nombre al bebé por su nombre.
- Que se hable de él como una persona importante para su familia.
- Que se permita recordarlo.
- Tener lugares donde expresar libremente el dolor y el amor por este bebé.
Por otro lado, varios autores han demostrado en sus investigaciones que los rituales después de una pérdida sin duda aligeran el dolor, pero también que aumentan significativamente la sensación de control de la pérdida. Este elemento es muy importante si queremos apostar por la prevención y la potenciación de la salud mental.
¿cómo podemos hacerlo como sociedad?
- Apostando por la visibilización social de las pérdidas perinatales en el ámbito institucional y en las mismas poblaciones.
- Dignificando y dando reconocimiento social a estas pérdidas.
- Ofreciendo espacios de rituales donde poder llevar a cabo acciones de potente valor simbólico.
- Que estos espacios estén al alcance de todos los miembros del sistema familiar y en las mismas localidades.
Pensamos que sería muy interesante que todos los cementerios de las localidades, grandes o pequeñas, ofrezcan un espacio de homenaje específico para las muertes perinatales. Sería un espacio donde poder mantener vivo el recuerdo y propiciar la aceptación de la pérdida. Un espacio al aire libre, en un lugar de paz y calma como son los cementerios, puede ayudar a hacer real la pérdida y facilitar la transición entre las fases del duelo anteriormente descritas. Ofrecer espacios de ritual como este tendría una repercusión en cuanto al sistema familiar y al mismo tiempo en sistema social. Supondría también, una acción de prevención en el ámbito de la salud mental materna y por tanto, una acción feminista.